Porque no debemos pelear por nuestras convicciones politicas

Hoy por hoy, estamos en la víspera electoral en México. Si, ese tan temido año electoral que todo Mexicano -no-espera cada 6 años que cambia la administración federal en cuasi totalidad.  Tenemos 4 "opciones", ojala pudiéramos cambiarles pero es imposible. Y las candidaturas ciudadanas, mejor de eso ni hablamos.

Algo que nos caracteriza a casi todos los mexicanos que vivimos en México, es ese desorden innato, inocuo a nuestra naturaleza. Si, fíjense en todo su alrededor; difícil es poder organizar algo (sea la cosa que fuere) y que salga subjetivamente bien. Linda nuestra cultura.

La intolerancia siempre ha estado cerca de nuestra cultura, veamos el fenómeno del futbol, el odio xenofóbico entre los habitantes de las distintas entidades federativas (provincianos vs. Chilangos, norteños vs. Sureños, etc.)  Siempre hay algún motivo por el cual pelear, por menor que parezca.

Tenemos en puerta el movimiento #yosoy132, mal llamado “la primavera mexicana” en alusión al movimiento en los estados árabes (Primavera Árabe, insurrección en Túnez, Egipto, Libia y Siria.) Bendito facebook y twitter, que tantos problemas ocasionan.

Un movimiento natural, real, y en principio bondadoso hasta que algún ente lo contamino. Otra vez, intolerancia, falta de respeto y civilidad, desorden, violencia… Ya se desvirtuó. Esta primavera mexicana, estoy seguro que únicamente será “el verano mexicano”, no le veo un futuro después de vacaciones. ¿Gran coincidencia, no?  Un movimiento que surge al inicio de las vacaciones universitarias, sin objetivos claros. Algunos quieren Anarquia, que gran pendejada.

Hoy 31 de mayo nos separan 5 semanas de las elecciones; -en las  que por cierto me toco ser parte activa como funcionario de casilla-  hoy por hoy tenemos una institución electoral solida, y muy prestigiada a nivel internacional. Vienen observadores de la ONU, OEA y de la Unión Europea.

El problema no es el voto, ni la calidad de los postulados; somos nosotros los ciudadanos. Para muestra, basta echar un vistazo a nuestro Facebook o Twitter personal. Tórridas discusiones, propaganda y fanatismo digno de una película cómica no les faltara.

Dice mi amigo Chad Bejos , y lo cito textualmente:

“…Queridos amigos: antes de insultarse unos a otros y perder amistades por defender con injurias y vejaciones sus posturas políticas o partidistas recuerden, que lo que buscan es un fin común: la justicia social y el bienestar del país, en ese orden de ideas es menester mencionar que todo aquel que emprende una lucha que considera justa sin importar el resultado de la contienda es por ese simple hecho un héroe y que independientemente de quien obtenga el poder, el brillo de éste siempre será eclipsado por el brío de la justicia que creo todos buscan….”

“…Es verdad que hay personas que anteponen los intereses particulares, en lugar de buscar el bien común pero también es verdad, que aquellos que hoy en día se preocupan por primera vez o inclusive puede ser desde hace mucho, por la vida política de su país directa o indirectamente contribuyen al crecimiento y perfección de la democracia y eso en sí ya es una virtud y un valor que nos puede llevar alcanzar el bien común…”

Con una prolífica cita de Voltaire responde uno de mis comentarios: "podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daría mi vida para proteger tu derecho de decirlo"  

Que digo, no hay más claridad porque francamente es imposible; Tantos años y tantas veces peleamos por un derecho al voto soberano, libre y secreto para que hoy todo parezca un campo de combate. Y de nuevo, cualquiera de los 4 que gane nosotros seguiremos siendo mexicanos, y amigos ante todo. ¿Que será más importante? ¿El continente o el contenido? Hay que agradecer que hoy podemos expresarnos libremente. (Aunque a veces esto es un exceso de libertinaje)

 

Hay que tolerar la verdad ajena, cual así será tolerada la nuestra, eso es la civilidad y la paz. No podemos tomarlo como una lucha de pasiones, pues si así lo fuera llenaríamos nuestra persona de rencor. Si, estudien y analicen su voto, pero no agredan a los demás únicamente por sus convicciones, madurez ante todo.

Y al final del día, resulte quien sea elegido Presidente todos nosotros seguiremos siendo amigos.